Valle de la Luna: Un viaje a otro planeta sin salir de Chile
- CCC
- 17 oct
- 3 Min. de lectura

Hay lugares en la Tierra que parecen sacados de una película de ciencia ficción, y el Valle de la Luna en San Pedro de Atacama es uno de ellos. Con sus formaciones rocosas esculpidas por el viento durante millones de años, sus dunas que cambian de color con el sol y sus cráteres que imitan un paisaje lunar, este rincón del Desierto de Atacama te hará sentir como un astronauta explorando mundos lejanos.
Un paisaje que parece de fantasía
Imagínate caminando entre formaciones de sal y piedra que brillan bajo el sol del desierto, subiendo dunas de arena fina que se tiñen de dorado al atardecer, y observando desde los miradores cómo el valle se transforma en un espectáculo de colores cuando el sol se despide. El Valle de la Luna no solo tiene un nombre poético - es una experiencia sensorial completa donde la naturaleza se muestra en su estado más puro y dramático.
Cómo organizar tu visita interplanetaria Para disfrutar al máximo esta aventura, es clave planificar con anticipación:
Entradas: Compra tu ticket antes de ir. La entrada general cuesta desde $10.800, con descuentos para estudiantes, adultos mayores y niños.
Horarios: Abre a las 9:00 AM y el último ingreso es a las 17:30 PM, pero si quieres vivir el momento mágico, queda hasta el atardecer.
Grupos reducidos: Solo entran grupos máximo de 12 personas, lo que hace la experiencia más íntima y responsable.
Los imperdibles del valle Cada rincón del Valle de la Luna tiene su encanto, pero hay algunos highlights que no te puedes perder:
Mirador Duna Mayor: La reina del valle. Desde su cima tendrás una vista panorámica que te dejará sin aliento (literalmente, por la altura y la belleza). Solo 10 minutos por grupo en la cima, pero valen cada segundo.
Las Tres Marías: Tres formaciones rocosas que parecen guardias silenciosas del valle. Tienes 15 minutos para admirar esta escultura natural perfecta.
Mina Victoria: Un viaje a las entrañas de la tierra por antiguas minas de sal. Recorrido de 30 minutos que te muestra otra faceta de este lugar mágico.
Mirador de Ckari: El broche de oro perfecto, especialmente al atardecer. Puedes quedarte hasta una hora contemplando cómo los colores transforman el paisaje.
Tips para exploradores responsables
Hidrátate como si fuera tu trabajo: Estás a 2.500 metros de altura en pleno desierto. Agua, agua y más agua.
Protección solar extrema: Sombrero, lentes de sol y bloqueador solar son tu equipo básico de supervivencia.
Respeta las reglas: Sigue los senderos señalizados y las indicaciones de los guardaparques. No se permiten alimentos ni bebidas alcohólicas.
Lleva tu basura de vuelta: Este es un ecosistema frágil que debemos proteger entre todos.
El momento mágico: el atardecer
Si hay un espectáculo que justifica todo el viaje, es el atardecer en el Valle de la Luna. Ver cómo el sol pinta las dunas y formaciones rocosas con tonos naranjas, rosados y dorados es uno de esos momentos que se graban en la memoria para siempre. Quédate hasta el cierre y vive este regalo de la naturaleza.
El Valle de la Luna no es solo un destino turístico - es una lección de humildad frente a la inmensidad de la naturaleza, un recordatorio de la fuerza del tiempo y los elementos, y una experiencia que te cambiará la perspectiva de lo que nuestro planeta puede ofrecer. Un viaje a las entrañas de la Tierra, sin necesidad de nave espacial.




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